GABRIELITA.

Bajó como una estrella
Desde su constelación.
Al centro de mi corazón.
Mi pequeñita Gabriela.

La noche se tornó espera.
Pasadas las veintidós.
Me la ha mandado Dios.
A mi pequeña Gabriela.

Finita como una estela.
Como la luz del lucero.
Que va dibujando el cielo.
Es mi pequeña Gabriela

La abrace con cautela.
Vi sonreír su carita.
Haciendo dos margaritas.

Me saludó la Gabriela.

A mi hija menor, que al igual que
Danielita iluminan cada espacio
cada rincón de mi existencia.

EN EL SEMAFORO.

El rostro surcado por el tiempo.
El hambre frecuente compañera
Mirada entristecida humedeciendo su inocencia.

Quiso esquivar la mano.
Humillando sin querer su voluntad.

Me embarque en el vaivén del tiempo
en miedos galopé a los suyos.
Se detuvo mi afán.

El puelche alborotaba suelos
confundiendo mis sueños azules
como las golondrinas de mi infancia.

Un bocinazo retorna mi tiempo
estire mi mano.
tomo la moneda justo
cuando la luz del semáforo
en su verde sauce amargo
selló también de amargura
el centro de mi corazón.

Un día como todos, tal vez parecido al tuyo
pareciera tan común, tan parte del paisaje que
no nos damos cuenta... y son niños como los nuestros
y son madres como las nuestras y sufren.....y  yo
continúo mi vida, en mi casa me espera un café caliente
 un abrazo y el regazo acogedor de mi vieja.... 

Poesía/Anti 10-13

Rebuscad las palabras pretendiendo
Encontrar el abstracto entendimiento.
Diluyendo la metáfora fantástica

del común lenguaje campesino.

Decid que poesía no es el viento

jugando a la ronda en tus cabellos.

Decid que poesía no es la entrega

de tu fuego abrasador cuando me besas.

Poesía es todo lo que observas

la hoja desprendiéndose del uno

para fortalecer la vida de los otros

No es poesía, morir para dar vida.

Te ví jugando como una niña.

Te escuche cantar como una niña.

Te sentí volver a ser la niña

que en la ronda estrechaba a otras niñas.

Acaso no está allí la Poesía.

Entre manos aferradas, pretendiendo

En risas jugetonas pretendiendo

Atrapar la infancia y abrazarla.

Encuentrate conmigo amada mía

Abrázame otra vez con tu mirada

que hundiéndome al fondo de tus ojos

veo tu niñez cristalizada.

Alcanzame tu vida amada mía

quedate en mis brazos un momento

recordemos cada vez que transformamos

nuestra vida nuestros sueños en poesía.

A mi esposa, con quien he compartido
mi  infancia, adolecencia y 32 años de
vidas unidas en un solo corazón. 

Lluvia en el campamento...

Porque tu rabia en la tiniebla

ruidosa entrometida.

Golpeas celosa, con desprecio...

insistente mal criada.

Atacas sin piedad las fonolas de mi cuarto.

Centro de atención malhumorada.

Porque siempre el frío te acompaña...

No eres bienvenida...

Atrapare en los tarros oxidados

cada gota invasora de mi  niña.

Cuando amanezca.

Te arrojare a las servidas aguas

Del lodazal que has formado.

Este sentimiento nace una noche
 junto a mi esposa, recien casados.
 en un cuarto carbonero.
 Danielita con dos dias de nacida.
Esta ruidosa entrometida, nos depreció,
mojando celosamente todo cuanto mi niña
tenía.

VETA

Ancestral corteza de mis genes.
Principio del verbo acusador.
Ardiente rayo, poderoso.
Ballesta defensora del amor.

Cuentame desde entonces.
Desde antes de la harina.
Cuando el trigo fue sembrado.
Desde antes aún.
Cuando abriste el surco.
¿Conquistaste la tierra?

Se entregó la doncella.
Limpia entonces de dolores.
Fecundaste en sus entrañas

Poesía.

Al agua, al viento, al sol.

Avisto al poco tiempo sus espigas.

Se irguió la metáfora celeste.

Desprendiose del cordón umbilical.

Cubriendo el universo de poemas.

Que misterio encierras, que me encuentras y te encuentro.
Cuando nos juntas.
Aire, Sol, Agua, Tierra y yo.

POME.

Panal de tiempo omnipresente.
Estructura del todo y de la nada.
No eres piedra, lava tal vez.

Nevegué en tus entrañas cavernales.
Porosa sequía ingrávida.
No encontré la vida.

En sonidos de trueno, tus orígenes.
En lengua incandescente. En explosiones.

Expulsada, indeseable...

Desde el núcleo pretendiste,
Abrazar con tu fuego el infinito.

Te detuvo el origen.
Nuevamente te llamó la tierra.

Nace una tarde en San Pedro.
Lugar al Oriente de Curicó Chile.
Desde donde aflora un pozo termal
desde el fondo de la tierra.

ARENA.

Triturada por el mar se hizo a la tierra.
Se abandonó a la orilla destruida.
Su orgullo de pasado poderosa
Todo alo de esperanza le impedía.

Ya no era la montaña ni la roca.
De piedra fue a la nada.

Desde el fondo de su nada, se hizo pétrea.

Tan fuerte desde allí se hizo.

Que detuvo al gigante de su guerra.

Una tarde en Duao, Hermosa  caleta de pescadores artesanales
A ciento trece kilometrós de mi ciudad, bordeando el Mataquito.
Tan pequeña, Tan compañera, Tan indestructible.
Que fué capáz de detener al Mar.